"Cuando se da la espalda al pueblo, el pueblo reacciona"

Los helicópteros militares sobrevolando las calles desiertas de Santiago durante el toque de queda y las Fuerzas Armadas resguardando los supermercados son estampas de estos días en Chile que evocan a los chilenos los años más oscuros de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

La militarización de Chile para combatir los disturbios y saqueos que se registran en varias ciudades desde el viernes pasado, y que han causado once muertos, son un "déjà vu" de tiempos que parecían olvidados en un país que se consideraba un remanso de paz dentro de la agitada América Latina.

Sudamericana dialogó con Daniel Urrutia Laubreaux, desde Santiago de Chile, quien es Juez Penal de Garantía de Santiago de Chile y miembro del Comité Panamericano de Juezas y Jueces por los Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana.  

“El modelo neoliberal- capitalista de Pinochet continúa durante los años de la vuelta de democracia pero profundizado y llega hasta el día de hoy donde hay un descontento generalizado, con demandas sociales muy justas, que tiene que ver con que el costo de vida y la inseguridad social es una constante en el país. Esa situación fue incubando un malestar en muchos sectores de la población y la gota que rebalsó el vaso fue la suba del transporte”. “La respuesta del gobierno fue la represión y eso fue la chispa que termino por encender la violencia, puesto que el estado en vez de buscar un diálogo fue al enfrentamiento directo por medio de los carabineros”.

“El estado decretó el toque de queda por los incendios y saqueos y entregó el mando a un general del ejército y entregó el mando a un general del ejército que es hijo de un represor de la dictadura”.

“Estamos en una encrucijada donde el presidente comunicó que estamos en guerra, que se libra contra un enemigo poderoso y que por lo tanto tenemos que estar unidos en guerra”.

¿Cuál es el pedido de la mayoría de los sectores? “Que el país sea menos injusto, que haya seguridad social, educación gratuita y salud de buen nivel”.

El periodista chileno, Christian Palma, desde Copiapó, también habló con Sudamericana para contar cómo se vive en esa localidad. “Tenemos una situación caótica con protestas,  saqueo, con vandalismo, pero eso se cruza también con gente que realmente está protestando para que haya un cambio en el modelo”.

“La medida de congelar la tarifa no logro ningún resultado positivo porque hay un problemas más de fondo: jubilados que reciben una pensión miserable, si tienes una enfermedad y no tienes plata te mueres, en la educación tampoco ha cerrado nada. Son heridas que no cerraron con el golpe de estado del 73, es una olla a presión que estalló”.