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Hace instantes, aterrizó el avión de la Fuerza Aérea que traerá a la Argentina a la mano derecha del narco “Pequeño J”. Durante el viaje, será custodiado por agentes de Interpol y de la Policía de la Provincia.
El avión de la Fuerza Aérea que traerá a la Argentina a Matías Ozorio, señalado como la mano derecha del narco “Pequeño J”, aterrizó en Lima en las últimas horas. Allí, agentes de Interpol y de la Policía Bonaerense aguardaron al detenido de 28 años, quien será extraditado y trasladado a Buenos Aires cerca de la medianoche.
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El traslado se activó durante la madrugada, cuando fuerzas peruanas escoltaron a Ozorio desde la dependencia policial hasta el aeropuerto internacional Jorge Chávez. Desde allí, fue entregado a las autoridades argentinas en un procedimiento supervisado por el ministro del Interior de Perú, Carlos Malaver, quien destacó la cooperación entre ambos países:
“Si bien no vamos a devolverle la vida a estas tres jóvenes, queremos colaborar y dar un pequeño bálsamo al gran dolor que sufren sus familias”, expresó el funcionario en conferencia de prensa.
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El avión partió desde El Palomar con un equipo de Interpol, un médico y oficiales de la Policía de la Provincia, haciendo una escala en Salta antes de llegar a Perú.
El fiscal Carlos Adrián Arribas, a cargo de la Fiscalía de Homicidios de La Matanza, confirmó que Ozorio será indagado este viernes por la mañana. “Por ahora está como coautor. Es todo materia de investigación, hay secreto de sumario”, señaló el funcionario judicial.
Además, adelantó que el viernes será clave en la causa del triple crimen de Florencio Varela: no solo se llevará a cabo la declaración de Ozorio, sino también la apertura de los celulares incautados durante la investigación.
“Es una audiencia importante porque vamos a sacar información clave”, remarcó Arribas, aunque evitó dar precisiones sobre el posible móvil del crimen.
La investigación apunta a que el narco “Pequeño J” habría organizado el triple homicidio ocurrido en Florencio Varela, aunque los fiscales no descartan que detrás exista una estructura mayor. “Es parte de la investigación determinar si ‘Pequeño J’ es el techo de la organización o si responde a algo más grande”, señaló Arribas.
Hasta el momento, los primeros cuatro detenidos en la causa se negaron a declarar y se estima que al menos dos personas siguen prófugas.
La causa continúa caratulada como homicidio agravado, bajo lo que el fiscal definió como “características que no se ven a menudo”.
