Cazadores mataron a un yaguareté dentro de una reserva privada

Cazadores furtivos mataron a una hembra de yaguareté a comienzos de este mes, según informó ayer el Ministerio de Ecología de Misiones, que ya realizó la denuncia penal ante la Justicia.

El hecho se informó oficialmente recién ayer, a pesar de que el animal fue ultimado el 3 de septiembre pasado, lo cual generó controversias, porque no se habrían respetado los protocolos de información con la red de entidades conservacionistas que luchan por salvar a esta especie en peligro de extinción.

Hacía cinco años que no se producía la muerte de un yaguareté a manos de cazadores furtivos, al menos que se tenga registro, desde que en febrero de 2012 asesinaron a "Guacurarí", un yaguareté cuya vida y costumbres estaban siendo estudiadas por científicos que habían instalado un GPS en el animal.

El felino fue abatido dentro de la reserva San Jorge, propiedad de la empresa forestal Arauco Argentina. La necropsia demostró que tenía al menos un orificio de bala. Un guardaparques de la empresa de capitales chilenos encontró al animal muerto y dio aviso a Ecología, según reportaron las autoridades. Sin embargo, generan dudas entre los ambientalistas el tiempo que se demoró en informar del hecho.

Un directivo de Arauco se presentó esta mañana en la conferencia junto a la ministra de Ecología, Verónica Derna, para manifestar el compromiso de la compañía con el esclarecimiento del hecho.

Derna informó hoy que se presentó una denuncia ante el Juzgado de Instrucción Número 3 de Puerto Iguazú, a cargo de Martín Brítes y que no se informó oportunamente del hecho para no entorpecer la investigación.

Cerca de las Cataratas

La reserva San Jorge está situada al norte del lago Urugua-í, a pocos kilómetros de Puerto Iguazú.

"Ni bien tuvimos conocimiento del hecho dimos el aviso al ministerio de Ecología como dice el protocolo", dijo Bernardo Auri, subgerente de Sustentabilidad de Arauco Argentina. "El tránsito de cazadores es más frecuentes de lo que se sabe, no solamente caza furtiva, tenemos muchas evidencias frecuentemente, también robo de madera", señaló Auri.

El yaguareté es el felino viviente más grande del continente. Se estima que quedan menos de 200 en el país distribuidos entre la selva misionera, las Yungas y el Chaco. Simboliza la lucha por la conservación de las especies que corren peligro de desaparecer como consecuencia de la acción del hombre. "Hoy el conservacionismo está de luto", dijo a LA NACION, Manuel Jaramillo, director de Vida Silvestre y una de las caras visibles del Proyecto Yaguareté.

Con enormes esfuerzos y una gran tarea de concientización, la población de yaguaretés va creciendo muy lentamente. En la selva misionera hay entre 71 y 101, según comentó Jaramillo. En el 2008 se estimaba que había 54.

El dato no es preciso porque la forma de contabilizarlos es mediante cámaras-trampa que se instalan en distintos puntos de la selva y van registrando el paso de los animales. "Los yaguaretés tienen distinto pelaje, no hay dos iguales", explicó Jaramillo.