Pocas lluvias y mucho calor profundizarán la sequía en la región

Comentó que en los años 40 hubo bajantes con cifras negativas, pero recalcó que las cifras datan de los años 70 y que esto afecta la flora y la fauna de la región porque en el tramo  medio, el Paraná tiene un ancho que en sectores alcanza a 25 kilómetros de ancho, con lo que también, el regreso al cauce central del río afecta a la agricultura y ganadería.

Indicó que “sobre la margen derecha, en el sector Corrientes, que había una sección de planicie inundable, hoy está seca y tiene un impacto muy fuerte en la actividad agropecuaria”. Asimismo, las tomas de agua de las ciudades fluviales del sistema litoral argentino “tienen fuertes condicionantes por la calidad del agua, ante la presencia de sedimentos y otros elementos”.

En este marco, relató que hace un año el Paraná se encuentra en una altura de menos de tres metros, con un leve repunte en enero pero que descendió nuevamente y quedó rondando en  el metro en los puertos de Barranqueras y Corrientes, lo que además perjudica la navegación y el acceso a puertos.

Adelantó que “de aquí a fin del invierno no se vislumbran cambios en el régimen de precipitaciones e incluso las mismas estarán por debajo de lo normal”. Expuso que “no quiere decir que no haya episodios de corta duración, con lluvias importantes en una semana o dos días, pero este pronóstico indica que las precipitaciones estarán por debajo de lo normal y temperaturas por encima de lo normal”.