"Mamá yo te extendía mi manito cuando él me llevaba y vos no me escuchabas"

Erika Montenegro,  habló con Radio Sudamericana para referirse a la muerte de su ex pareja, Darío Aguirre, quien estaba acusado de violar a su hijastra de tres años. El hombre terminó internado en el Hospital de Campaña, donde este domingo murió por coronavirus.

La mujer contó que el imputado,  pese a estar prófugo de la justicia, seguía cobrando un sueldo del estado y además en 2019 fue denunciado por violar a su cuñada, una adolescente de 11 años.

EL DÍA QUE TERMINÓ EN EL HOSPITAL DE CAMPAÑA

Erika Montenegro comentó una indignante situación que le tocó vivir, algún estafador intentó aprovecharse de su desgracia. “Me llamaron de varios números privados y me pidieron plata para darme datos del paradero de Darío, yo me negué a hacerlo ya que sobrevivo de mi  trabajo y además tengo que mantener a dos nenas. Un ex compañero suyo de trabajo me dijo que estaba en el Hospital de Campaña, me empecé a mover y ahí me enteré de que estaba ahí. Ayer me enteré que murió, todo de manera extraoficial”, dijo.

La mujer contó que se comunicó con la policía para denunciar que Aguirre - que estaba siendo buscado por violar a su hija - estaba en el Hospital de campaña pero no le tomaron la denuncia. “Llamé al 911 y no me quisieron tomar la denuncia, me preguntaron si mi caso ya había llegado a la justicia, les dije que sí y entonces me dijeron que tenía que avisar donde hice la denuncia y ME CORTARON EL TELÉFONO”.

EL ABUSO SEXUAL OCURRIÓ EN 2014

Erika cuenta que era violentada por su pareja en aquel entonces. “Una vez trató de quemarme la  mano con una hornalla, ahí dije basta y le dije a mi papá que me busque. Desde ahí mi nena no se quería quedar sola en casa, se hacía pis encima. Una semana después de que me separo le estaba bañando a mi nena y ahí ella me dice `no me laves la cola porque Darío me hizo mucho daño´. En ese momento la llevé al pediatra y me dijo que no tenía perforado el himen pero si estaba todo lastimado y no se dejaba tocar. De ahí fuimos al psicólogo y después de eso hicimos la denuncia, el 3 de julio de 2014”.

Una vez que habló con la psicóloga la niña comenzó a relatar el infierno que vivía. “Él abusaba de ella cuando la buscaba del jardín. Cuando me separé encontré pastillas de clonazepam, nosotros siempre tomábamos un café o un jugo después de comer y ahí él me ponía la pastilla. Mi hija me decía `mamá yo te extendía mi manito cuando él me llevaba y vos no me escuchabas´”, contó Erika y se quebró en llanto al imaginar la desgracia por la que la pequeña, de tan solo 3 años, tenía que atravesar.

“Ella empezó a contar cosas que Darío me hacía frente a ella y que yo ya no me acordaba, él  la tenía amenazada de que si ella hablaba me iba a hacer cosas a mí. Hoy tiene 10 años y estamos con tratamiento psicológico porque hay cosas que todavía no supera”.