La historia del correntino que estuvo en la construcción del puente cuando tenía 18 años

El puente que une Corrientes y Chaco cumplió 49 años el pasado 10 de mayo, uniendo ambas provincias y con un impacto incalculable en la economía del norte argentino. Pero más allá de ese importante detalle, la historia de uno de los hombres que ayudó a construir el viaducto es emocionante por su significado y aporte a la comprensión de lo que significó la obra.

Francisco Sarasúa tiene hoy 67 años de edad, pero solamente con 18 ya consiguió trabajo en la obra, cuando apenas comenzaba a instalarse el obrador. Desde ese momento, transcurrió los cuatro años de trabajo, primero como ayudante y luego como maquinista, profesión en la que se jubiló muchos años después. En Radiomañana TV relató que “entré a trabajar cuando tenía 18 años, por un conocido que me ayudó” y con la intención de poder proveer a su novia Benita (futura esposa y madre de sus hijos) de una vida familiar.

“Tengo manos de doctor, nunca laburé”, bromea Francisco, pese a que se jubiló como maquinista y trabajó en otras importantes obras, como la construcción de los silos de granos que se ven en la localidad de Barranqueras desde el lado correntino. Recordó que en esa época, la jornada laboral era de 8 horas, pero siempre hizo cuatro más “para ganar un extra y tener mejor ingreso”. Tan solo en una semana como ayudante, pasó a ser maquinista, “viendo cómo manejaban y qué se movía cuando manejaban cada una de las 12 palancas de esa máquina”, relataba.  

Recordó que la obra contaba con más de 1.000 trabajadores, entre soldadores, electricistas, maquinistas, obreros, agrimensores y otros profesionales. Relató también que la expectativa de fallecimientos en el inicio de la obra era de más de 60 personas, pero solamente fallecieron 13 trabajadores.

“Me di el gusto de pasar sobre el puente en moto, con mi hijo mayor que era chiquito y mi hija en la panza de la mamá”, rememora Francisco. El puente fue inaugurado el 10 de mayo de 1.973.