Quiénes son los cinco peligrosos delincuentes que siguen prófugos

El cerco se cierra sobre los evadidos de la Penitenciaría de San Juan Bautista de las Misiones, en el sur de Paraguay. Cientos de efectivos fuertemente armados realizan rastrillajes y batidas desde la tarde del domingo, cuando 35 reos se descolgaron de las rejas perimetrales de la cárcel tras un intento de motín. Y, uno a uno, los peligrosos delincuentes que procuran esconderse para ganar tiempo en busca de garantizar el éxito de su fuga caen en la red policial.

Tras la captura de Víctor Manuel Roa, integrante del Primer Comando Capital (PCC) y condenado a 40 años de prisión por la masacre del penal de San Pedro, en el que él y sus camaradas degollaron a 10 miembros de un clan rival, en las últimas horas fue detenido Miguel Ángel Cabrera Montero, otro numerario de aquella megaorganización criminal nacida hace dos décadas en San Pablo.

Ahora quedan cinco prófugos: el brasileño Edison Silva da Cruz (sentenciado a 25 años por la masacre de San Pedro), Éver Hugo Moreira Álvarez (vinculado a un robo seguido de muerte de un distribuidor de diarios y un asalto a una cooperativa de Asunción), Odilio Domínguez Márquez (acusado por el robo a un banco en Fernando de la Mora, donde fue asesinado un policía) José María Meza y Bernardino Medina Meza (ambos detenidos por robo agravado y violación a la ley de armas).

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Entre los recapturados hay un argentino: Eric Andrés Tolaba, que estaba preso en Misiones desde junio, por robo. Los otros 27, atrapados el mismo día de la fuga –muchos de ellos, con fracturas y esguinces en sus piernas, producto de las caídas desde los altos cercos perimetrales del penal–, fueron identificados como Eliodoro Paniagua Medina, Matías Moisés Olmedo Orzuza, José Luis Durán Bobadilla, Ángel Dionisio Trinidad Ayala, José Adrián Chávez, Milcíades González Barboza, Silvio Fermín Vázquez, Luis Marcelo López López, Líder Rubén Ortiz Ávalos, Mauro Vieira, Juan Ramón Gómez Villalba, Simón Monges Jara, Lázaro Velázquez Ortiz, Bernardo González Meza, Fernando José Aquino Salinas, Abraham Pérez Cabaña, Diego Rubén Duarte Sanabria, Héctor David Dávalos González, Juan Carlos Gómez Agüero, Jorge Federico Villamayor González, Elvio Joaquín Domínguez Ortiz, Pelagio Antonio Benítez Velázquez, Arturo Emanuel Ávalos López, Armando Cáceres Cañete, Cristóbal Gamarra Martínez, Luis Alberto Román Benítez.

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La búsqueda de los prófugos se realiza en un amplio radio y con vastos recursos, dada la peligrosidad de los evadidos, que tiene en vilo a varias poblaciones del sur paraguayo. De hecho, siguen suspendidas las clases en escuelas de San Juan Bautista, San Ignacio y San Miguel por temor a la eventual aparición de los delincuentes que aún no fueron recapturados.

El rastrillaje encendió las alarmas regionales y puso en alerta a las autoridades argentinas, dada la proximidad del penal de Misiones con el río Paraná, frontera natural entre ambas naciones. La penitenciaría está situada a unos 100 kilómetros de Itá Baté, frente a Itatí, Corrientes, que hasta hace pocos años era una de las mayores puertas de entrada de la marihuana cosechada en Pedro Juan Caballero, en el norte de Paraguay.

Además, el poderoso PCC controla actualmente la logística del tráfico de drogas por la Hidrovía y mantiene puntos operativos a lo largo del tramo norte y centro de esa traza, por lo que no se descarta que los evadidos intenten llegar hasta ellos para conseguir el éxito de su evasión.

El viceministro de Política Criminal de Paraguay, Alberto Daniel Benítez, había asegurado ayer a LA NACION que todas las penitenciarías del país habían sido puestas en alerta, al tiempo que admitía la posibilidad de que algunos de los evadidos buscaran cruzar a la Argentina para eludir a las fuerzas guaraníes. “No descartamos que se hayan dirigido hacia la zona fronteriza”, alertó Benítez.

La Nación