¿Fantasmas en el Hospital Vidal? impactante relato de su director

Horacio Sotelo confirmó la presencia “extraña” detectada en el Hospital Vidal, una de las instituciones más reconocidas en Corrientes. Contó que “el Hospital José Ramón Vidal tiene 97 años de vida”, recordando que fue un depósito de pólvora en la Guerra de la Triple Alianza, pero pudo haber sido un cementerio anteriormente.   

Comentó que, siendo estudiante, comenzó a realizar sus primeras armas en el Vidal y “ya escuchábamos algunas cosas naturalizadas, que lo tomaban como algo cotidiano”. Habló de luces de salas que se encendían, tubos de ensayos cambiados de lugar y otros efectos, sin intervención humana aparente.

“A veces apagábamos la luz de una sala y al pasar de nuevo, después de una consulta médica, estaban encendidas”, relató Sotelo. Aludió a los comentarios de los enfermeros “que están en los diferentes turnos y tienen la clave de todo” y que “alguien que llevaba cosas de un lugar a otro, con un guardapolvo impecable y no podíamos ver quién era”.

Lo llamativo es que “una de las doctoras que ahora es residente, pero era muy activa durante la noche y a la mañana la encontramos sentada, pálida. El Dr. Lanari, que era maestro de todos, nos dijo que no le hagamos caso, que solamente vino a avisar que alguien de los que está internado, está en condiciones de partir”.

Sotelo continúa su impresionante relato, agregando que “sintió un golpe en la puerta y al decirle que pase, nadie entraba”. “Ella preguntó al resto del personal quién era y nadie le decía nada”, indicó. Recordó, entonces, una historia que rondaba los pasillos de la institución, que habla de “un enfermero que era muy activo, que retomó los estudios de Medicina y, vaya a saber qué pasó, que tuvo una muerte trágica y quedó su espíritu colaborando”.

Lo que llama la atención al personal es que “parece ser que cuando hay algún tipo de golpe, alguien que está gravemente enfermo en la sala, fallece”. Sotelo concluye contando que es una de las historias que el personal ha naturalizado por tener experiencia en el Hospital y se transmite “de boca en boca” a quienes ingresan a prestar servicio.