Gaslighting y breadcrumbing: dos formas de manipulación emocional

Según explicó la profesional correntina, el gaslighting, también conocido como "luz de gas", consiste en que el manipulador distorsiona la realidad de la víctima al punto que ésta comienza a dudar de su propia percepción. Esto puede ocurrir en relaciones de pareja, amistad o familiares. El agresor hace ver a la víctima una realidad paralela a la que ella está viviendo, manipulándola hasta convencerla de esa versión inventada.

Tanto el gaslighting como el breadcrumbing constituyen violencia psicológica encubierta, que erosiona lentamente la estabilidad emocional de quien la sufre. Sus efectos pueden ser graves si no se detienen a tiempo. Los expertos advierten que estos tipos de manipulación pueden escalar peligrosamente si la víctima permanece expuesta por mucho tiempo, generando traumas difíciles de superar.

Esta dinámica tan dañina genera en quien la sufre una enorme confusión y sensación de extrañamiento sobre sí misma y el entorno. La víctima termina creyendo y adoptando la versión de los hechos que le impone el manipulador, perdiendo contacto con su propio criterio. Según adviertió la psicóloga Marta Martínez Novoa, "la persona sometida a gaslighting puede entrar en confusión y dudar de sus propias percepciones de la realidad a tal punto que resulte enloquecedor y sumamente destructivo para una personalidad frágil o en formación".

Por su parte, el breadcrumbing o "migajas de amor" también busca retener al otro sin un compromiso real, pero de una manera más solapada. Quien lo ejerce entrega pequeñas dosis intermitentes de comunicación positiva, lo suficiente como para mantener cautiva a la víctima. El psicólogo Raúl Navarro advirtió que en el breadcrumbing "la persona que lo realiza envía señales a otra porque pretende tener su atención o su refuerzo intermitente. Busca, con mensajes inconsistentes en el tiempo, que el otro siempre esté presente".

Por ejemplo, alguien que solo envía likes o breves comentarios en redes sociales, pero nunca acepta concretar un encuentro. Así logra seguir enganchando al otro de forma indefinida, sin avanzar la relación pero impidiendo que se aleje.

La licenciada correntina Cecilia Soto recomendó prestar atención a ciertas señales como confusión sobre lo que se vive, necesidad excesiva de validación del otro o sensación de extrañeza sobre uno mismo. Ante cualquier indicio, es importante comunicarse con personas de confianza y buscar ayuda profesional para salir de estas dinámicas manipuladoras.

Muchas veces será necesario trabajar aspectos como la autoestima y el amor propio para no quedar atrapado en relaciones tóxicas. Los vínculos saludables se basan en el respeto, la honestidad y la buena comunicación. Nadie debe tolerar someterse a juegos mentales.

FRASES MÁS COMUNES QUE UTILIZAN LOS MANIPULADORES

Los manipuladores que realizan gaslighting suelen utilizar frases que descalifican la realidad percibida por la víctima. Algunas de las más comunes son "Te estás volviendo loco", "Estás exagerando" o "Eso nunca pasó". Son frases que buscan mantener cautivo al otro sin avanzar la relación. Detectar estos patrones repetidos de evasivas puede alertar que se está sufriendo breadcrumbing por parte de la pareja o un interés amoroso.

También justifican sus acciones diciendo cosas como "Solo estaba bromeando", "Me obligaste a hacerlo" o "Te digo esto porque te amo". Con estas expresiones buscan invertir la responsabilidad y generar confusión. Las víctimas deben identificar estas frases como señales de alerta en la relación.

Por su parte, en el breadcrumbing los manipuladores evitan comprometerse pero entregan migajas de comunicación positiva. Por ejemplo, pueden decir "Me gustaría pero estoy muy ocupado" o "Tengo muchos planes, después vemos". También se escudan en excusas cuando se les propone concretar.

Licenciada en psicología (MN 5008): Cecilia Veronica Soto|Contacto: 3794-292701| Corrientes, Capital| Instructora en yoga y meditación N.M 15137|

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