Liberan mosquitos estériles contra el dengue y piden no matarlos

El Dr. Fernando Achinelli, infectólogo, habló sobre la reciente implementación de mosquitos infértiles para reducir la población de Aedes aegypti, el vector transmisor del dengue. "Estos mosquitos forman parte de las estrategias integrales de control de vectores, utilizando agentes biológicos que disminuyen la población", explicó.

Aunque esta iniciativa ha tenido cierto éxito en pequeñas localidades de Centroamérica, Achinelli aclaró que su implementación en Argentina es limitada y no garantiza la erradicación del mosquito. “Son estrategias puntuales en ciertos lugares, donde se va viendo cuánto se puede controlar el vector”, afirmó el especialista. 

El proyecto en Argentina comenzó en Ezeiza, Buenos Aires, y Mendoza, donde liberarán unos 80 mil mosquitos fluorescentes infértiles, cuyo objetivo es aparearse con hembras sin producir descendencia. Sin embargo, Achinelli advirtió sobre las limitaciones de estas intervenciones. "Son estrategias muy puntuales y focalizadas en ciertos lugares; veremos cómo evolucionan en las próximas semanas y meses," dijo.

Además del control de vectores, el doctor subrayó el riesgo de un nuevo aumento en los casos de dengue durante la temporada 2024-2025, recordando que en la temporada pasada se registraron cerca de 600 mil casos en el país. "Es como una escalera en la cual vamos duplicando la cantidad de casos por temporada", comentó, y advirtió que en Formosa la transmisión no se detuvo durante el invierno, lo cual resalta la capacidad del mosquito para sobrevivir en distintas condiciones. “Esto demuestra la resiliencia del vector, que sigue activo incluso en invierno en regiones cercanas a Corrientes”, agregó.

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Por otro lado, Achinelli mencionó la situación de la vacunación contra el dengue en Argentina, donde actualmente se están completando las segundas dosis para el personal de salud, un grupo clave ante la temporada alta de dengue.

Sin embargo, la disponibilidad de vacunas es limitada debido a la gran demanda en toda Latinoamérica. “Hay faltantes de vacunas por parte del laboratorio Takeda, de origen japonés, debido a la alta demanda de países como Perú, Colombia y Brasil,” explicó Achinelli.