"El decreto invita a blanquear las armas que ya circulan en Argentina"

El especialista en seguridad Daniel Adler analizó en Radio Sudamericana el reciente decreto del Gobierno nacional que habilita a los civiles a comprar armas semiautomáticas, carabinas y subametralladoras de asalto. Según explicó, la medida busca principalmente que quienes poseen armas regularicen su situación ante el Estado.

Adler señaló que en la Argentina hay 3.500.000 armas y que “de las cuales solamente 1.618.000 en algún momento se registraron en ANMAC, en el ente regulador de armas”. Agregó que “el 75% nunca se volvieron empadronadas”.

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“Estamos hablando que de esos 3.500.000 armas solamente registradas en regla, en blanco, como se dice, solamente hay 405.000 armas”, detalló. Según explicó, esto se debe a que “antes del decreto era extremadamente difícil y tedioso revalidar la credencial cada 5 años o hacer las pruebas necesarias o toda clase de sistemas burocráticos”.

Además, indicó que existen 1.800.000 armas que “nunca fueron inscriptas en ANMAC, es decir, son armas ilegales o están en el terreno gris”.

En la entrevista, el especialista sostuvo que el decreto “invita a la ciudadanía a decir: miren, ahora es mucho más práctico, es mucho más fácil poder registrar las armas que tienen y de forma legal”. Y remarcó: “El Estado también tiene la obligación de saber dónde está cada arma que transita por el suelo argentino”.

En cuanto al alcance de la medida, aseguró que significa “premiar al legítimo usuario”. “A partir de ahora si vos blanqueás te aperturo también a que puedas tener armas de mayor poder, porque el decreto dice claramente que a partir de ahora el usuario va a poder adquirir armas semiautomáticas”.

Respecto de quiénes hoy tienen armas en el país, afirmó que “el 84% de las armas en la República Argentina son de legítimos usuarios de uso deportivo”. Y añadió que son personas “que compran un arma, la cuidan muy bien, que saben la técnica de guarda, es decir, cómo guardarla fuera de alcance de los niños”.

Adler insistió en que no cualquiera puede acceder a un arma asegurando que “para tener un arma hay que ser un legítimo usuario y para ser legítimo usuario hay que aprobar pruebas psicofisiológicas que permitan que el Estado le dé la seguridad a esa persona”. De lo contrario, “no tendrá el permiso”.

Finalmente, explicó que la portación no se modifica. “La portación es algo que hoy día se restringe únicamente para la fuerza de seguridad, para unidades especiales y de inteligencia, no para legítimos usuarios”. Y marcó las reglas de traslado: “Tiene que estar descargada, el cargador separado del arma y por supuesto sin balas y no apegada al cuerpo, siempre en una caja de seguridad”.