La producción maderera cayó un 60% en el último año

La industria maderera del país registró una caída del 60% en la producción en los últimos dos meses. Así lo aseguró Roman Queiroz, presidente Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (Faima), quien describió a la situación como preocupante y advirtió que pone en peligro la continuidad del sector.

"El nivel de actividad de manera global ha disminuido alrededor del 60% en los dos últimos meses", declaró Queiroz. Esta disminución se ha visto reflejada especialmente en los aserraderos proveedores del mercado, que han experimentado una reducción del 40% en su actividad en el mismo período. Además, la paralización de la obra pública ha llevado a una disminución de hasta el 45% en la producción, llegando al 60% en sectores especializados.

El presidente de Faima, Roman Queiroz, describió la situación como un "industricidio", destacando la rapidez con la que se está produciendo la caída en la producción maderera. "Es una situación que ya advertimos el año pasado, lo que iba a pasar con uno u otro gobierno", afirmó Queiroz. "El industricidio es muy veloz. No nos da tiempo a reaccionar para tomar medidas, porque está pasando todo muy rápido y estamos muy preocupados porque la caída es de un 60% en dos meses y eso, para una industria, es mucho", añadió.

En un informe elevado por Faima a las autoridades nacionales, provinciales, legisladores, sindicatos y la comunidad en general, se destaca la importancia de la industria maderera para la economía nacional. La cadena productiva abarca desde aserraderos hasta la fabricación de muebles, generando empleo tanto directo como indirecto.

"En este contexto, creemos importante poner en conocimiento de todos los interesados la dinámica puntual de las diversas ramas de nuestra actividad", señaló Queiroz.

Según el informe presentado por Faima, la disminución en la producción maderera se debe principalmente a la suspensión de la obra pública y la falta de programas financieros que impulsen el consumo a mediano plazo. Esto ha resultado en una reducción interanual del 24,6% en la producción de muebles y colchones a nivel nacional en enero de 2024.

Queiroz añadió que "la obra pública tracciona mucho" y que la disminución en este sector afecta significativamente a la demanda de madera. "El sector mueblero ha visto disminuida su demanda interna debido a la caída del poder adquisitivo de los salarios y la falta de programas financieros que impulsen el consumo a mediano plazo", destacó.

El titular de Faima también advirtió sobre el aumento en la importación de muebles durante enero de 2024 y sus efectos negativos en la industria nacional.

"Desde Faima consideramos imperativo convocar al diálogo con el fin de buscar planes de acción que permitan resolver esta crítica situación que pone en riesgo no solo a la industria maderera en particular, sino a la industria nacional en general", concluyó Queiroz.

Con información de El Territorio