Boca reimplementa el "Ranking" de Socios en la Bombonera

Más de 300 mil socios y un estadio con capacidad para poco más de 50 mil. Un escenario que se repite, una Bombonera colmada en cada partido del último bicampeón local y el objetivo que se vuelve quimera: ir a ver a Boca. Después de un estreno en la Liga Profesional (con triunfo ante Atlético Tucumán) con las tribunas a desbordar en Brandsen 805, el Ministerio de Seguridad de la Ciudad exigió un filtro al club para achicar la porción de socios que puedan acceder al juego del domingo ante Central Córdoba. Y así ocurrió, con quejas, claro.

Luego del partido por la primera jornada como local, fue la fiscal Celsa Victoria Ramírez - siempre es la encargada de temas vinculados a los espectáculos deportivos - quien inició una investigación para saber si hubo más público del permitido. Esto se desprendió tras ver pasillos con más gente, con abonados a plateas que no tenían su lugar y accesos al estadio que, tras el mal accionar del operativo de Seguridad, volvió a terminar con disturbios. Algo, esto último, que se repitió durante 2022 y que vuelve a poner sobre la mesa la interna política que enfrenta a la Ciudad con la conducción actual de Boca.

Pujas e intereses políticos al margen, desde la Seguridad le pidieron al club que pusiera un filtro para el próximo encuentro (algo habitual en partidos de Copa Libertadores y también para los encuentros contra River o decisivos) y que siempre genera malestar en los socios. En un año electoral, cada decisión de este tipo trae sus consecuencias. Así, el club puso como requisito haber ido a 12 de los últimos 15 encuentros como locales: ¿el motivo? Que solo en este 2023 se puede tomar el juego ante Atlético Tucumán. El club, igual, se expone a una multa económica y a una advertencia que en el caso de reiterarse puede llevar a una clausura parcial del estadio. 

Aún con una porción de entradas destinadas a los socios adherentes, y pese a que en esta gestión se recuperaron espacios que eran plateas y se hicieron populares en la tercera bandeja de la cabecera Norte, el lugar sigue quedando chico. Y reabre el debate sobre la ampliación del estadio, algo por lo que los hinchas de Boca siempre se inclinaron y se manifestaron. También lo votaron en las urnas al elegir a Jorge Ameal y Mario Pergolini, quienes fueron tajantes en su idea de la Bombonera 360, un proyecto de ampliación que se dilató durante los primeros años de gestión por la pandemia y que este año ingresará en el recinto de la Legislatura.

¿Por qué primero pasará por esa vía? Es que incluso con las dos medias manzanas para ampliar la cancha (con las dificultades económicas del caso por conseguirlas), Boca necesitará de un permiso de construcción por la rezonificación de esa superficie. "Sería imprudente que iniciemos una obra que después se frene", le confiaron a Clarín desde el club. Y volvió a la lupa sobre el tema la política: "Ojalá que el tema se trate sin meterse la política partidaria en el medio y que la oposición acompañe la idea de ampliar nuestro estadio como todos queremos".

Es que la idea de la conducción de Daniel Angelici siempre fue la de dejar atrás la Bombonera y construir un nuevo estadio, moderno y más amplio, pero en otro lugar. O al menos ese fue el discurso hasta las semanas previas a las elecciones, cuando la fórmula Gribaudo - Crespi presentaron un proyecto de "Bombonera 100 mil", con una propuesta que durante los 8 años de gestión previa no se había mencionado.

Por ahora, el único candidato para las Elecciones de diciembre que se expresó al respecto fue Jorge Reale, quien más allá de se saber que la propuesta de un nuevo estadio no genera adeptos entre los socios, plantea un estadio nuevo en la Isla Demarchi, frente a La Boca. Mientras tanto, los 315 mil socios del club pasarán fecha a fecha con el mismo objetivo: conseguir un lugar en Brandsen 805.